11 Mayo 2021
El renatep el nuevo plan que se biene para este 2021 Gobierno empezó a construir un Registro de Trabajadores de la Economía Popular (ReNaTEP) que espera tener al menos un millón de personas identificadas para fin de año , con el objetivo de reconocerlos, ampliar sus derechos y asegurar acceso a herramientas financieras y tecnológicas. Hoy una parte de esos trabajadores forman parte del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), una suma de $ diez mil que empezó a entregarse por la cuarentena a quienes perdieron sus capital habituales.
A cargo de esa base está Sonia Lombardo, directiva del Registro Nacional de Efectores Sociales del Ministerio de Avance Popular , socióloga y también miembro del observatorio de Economía Popular , Caritativa y Habitual de la Capacitad de Ciencias Sociales de la UBA, que conversó con PERFIL:
-¿De qué manera va a ser la reconversión del IFE al registro de trabajadores?
-El Estado había planeado el IFE para 4 miles de individuos , lo pidieron diez millones y los acabaron recibiendo mucho más de 8 millones. El ReNaTEP lo crea la ley de emergencia popular a fin de 2016 pero se comienza a arrancar en este momento. Va a ser parte del IFE y el objetivo es conocer quiénes son los trabajadores de la economía popular , de qué manera se organizan, qué hacen, de qué forma lo hacen. Vamos a anotar a los trabajadores según la unidad productiva, la rama donde se desempeñan. Las políticas van a estar relacionadas a impulsar a los trabajadores a nivel económico.
Se plantea la idea del ingreso ciudadano, si es hacia donde va la política del IFE. El ingreso ciudadano es una política enlazada a las pretensiones del mercado de trabajo que no genera esos empleos. En este país hay trabajos que existen y no se reconocen.
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-¿De qué manera se conecta con la formalización del mercado de trabajo?
-El segundo objetivo es admitir derechos, que los trabajadores puedan acceder a herramientas. Una de las políticas es Potenciar Trabajo, que tiene dos partes, una de transferencia directa y otra de financiamiento productivo.
-¿Cuántos son los trabajadores de la economía popular?
-Son alrededor de 4 a 5 millones y no toda la población necesitan lo mismo. Parte importante sigue necesitando bancarización pero asimismo herramientas fiscales, financiera, créditos. El IFE fue un primer paso para producir esa bancarización.
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-¿Cómo se marcha a continuar extendiendo la bancarización?
-Lo que entendemos es que los sucesos de beneficios sociales o transacciones que poseen cuentas lo hacen en cuentas que no son de libre movimiento, son solo para recibir transferencias del Estado pero no de privados, es un límite a la bancarización y a su emprendimiento. La apuesta es que todos logren acceder a una cuenta sueldo como cualquiera. Estamos trabajando en acuerdos institucionales con los bancos y un monotributo valor cero para comenzar un camino de integración y puedan facturar y tengan algún aporte.
-¿Cuáles son las principales ocupaciones?
-El registro reconoce seis ramas de actividad económica que son los servicios colega -comunitarios, lo esencial de varios trabajos que no son reconocidos monetariamente, trabajadoras comunitarias comedores, reciclado y mejoramiento ambiental cartoneros, comercio habitual y espacio público, industria manufacturera, agricultura familiar, construcción y mejoramiento ambiental.
El planeta de trabajo por el momento no se ordena con las relaciones comunes. La rama de cuidado es primordial , y que no se puede evitar que es no reconocido. Hay que ponerle un valor que estaba invisibilizado.
Doscientos pesos por día
-¿Los ingresos van a estar en línea con los del IFE hoy?
-Los programas siempre están relacionados con el salario mínimo vital y móvil inteligente. Lo importante es que a través del trabajo se puedan asegurar capital. Escogemos charlar de un salario y que el Estado complemente si es necesario.
-¿Tienen pensado acuerdos con el sector privado para conectar a los trabajadores?
-En Impulsar Trabajo se contempla en las novedosas normativas -un proceso que se frenó un poco por el contexto- que los trabajadores entren bajo una relación de dependencia y empiecen a producir aportes pero que se mantenga por algunos meses el programa para comunicar los gastos con las empresas , en una transición que también es un estímulo para que las compañías sumen.